Ote

Antoni Arola

Lampara de sobremesa

2000

bd Ediciones de diseño

Fotografías
Laia Roviras

La lámpara Ote aúna el concepto de modernidad con la estética de los años 60. Su cara interna presenta una superficie de color, disponible en naranja, en gris o en blanco, que provoca el reflejo coloreado de la luz que nace de su interior.

Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola

La lámpara Ote aúna el concepto de modernidad con la estética de los años 60. Su cara interna presenta una superficie de color, disponible en naranja, en gris o en blanco, que provoca el reflejo coloreado de la luz que nace de su interior. Este efecto cálido contrasta con la fría textura externa de la chapa metálica plegada, de hierro negro o aluminio matizado. Simétrica en la forma y compuesta por un único brazo consigue, en conjunto, evocar la imagen clásica de la lámpara de sobremesa, con una equilibrada relación entre el pie y la pantalla.

Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola
Ote | Luz | Estudio Antoni Arola

"Recuerdo que un día estaba sentado con mi secretaria, Gloria: ella hablaba de presupuestos, mientras yo recortaba un papel, probaba, jugaba… De repente, enfadada porque no la escuchaba, me preguntó qué estaba haciendo. «Una lámpara», respondí. Puso cara de incrédula, movió la cabeza y continuó hablando de números. Era una época de mi vida muy «simétrica»: pintaba libretas con esbozos basados en el test del psiquiatra Rotchard (manchas de tinta china interpretadas por medio de la simetría). En el caso de la Ote, el método consistió en recortar y plegar una forma de modo simétrico, una forma que diera luz por reflejo, sustituyendo así la pantalla translúcida, pero, manteniendo formalmente el icono de lámpara: fuste y pantalla. Mis recortes, fragmentos inventados y sin final, eran partes de un todo que se conformaba al desplegar el papel, pequeñas formas que cobraban luz al desenvolverse. Casi como una escultura de Oteiza; de ahí, precisamente, surgió su nombre. La primera maqueta se la enseñé a Pati Núñez y sugirió que pintáramos la cara interior de las planchas de color; su perspectiva de grafista fue determinante."

Antoni Arola
Libro AX. Diez años luz. Barcelona: Santa&Cole, 2007